El pasado 28 de mayo, Venecia fue sorprendida con este acontecimiento, aunque el líquido no es tóxico, las autoridades se encuentran investigando su procedencia.

Luego de numerosas investigaciones, se presume que este líquido se trata de un trazador. El mismo, se utiliza en circunstancias donde se desea comprobar si hay una fuga de agua para conocer el recorrido de la misma. 

Un dato curioso es que esto, no es la primera vez que sucede, pues en el año 1968 durante la 34ª Bienal de Venecia en un acto de concienciación ecológica, el artista argentino Nicolás García Uriburu tiñó de verde las aguas con un colorante fluorescente.

 

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